Valnalón ha impulsado a 729 empresas que emplean a casi un millar de personas. El test de supervivencia refleja que el 69% de las iniciativas superan los tres años de actividad
Valnalón es desde hace tres décadas el corazón del emprendimiento, no sólo de la comarca del Nalón, sino de Asturias; es el espacio con «latido constante» que fomenta, estimula e impulsa la cultura emprendedora en una región cuyo horizonte se ha tornado gris por las sucesivas crisis. Pero Valnalón se ha convertido en ejemplo: ejemplo de cómo transformar 15 hectáreas del suelo abandonado de la antigua fábrica de Duro Felguera en un espacio productivo; ejemplo de adaptación y evolución pasando de ser sólo una ciudad industrial a ser también una ciudad tecnológica; ejemplo por ser capaz de implantar en un territorio en declive una cultura emprendedora; ejemplo por lograr revertir a la sociedad multiplicado por 20 cada euro de dinero público gastado en el Semillero de Proyectos; ejemplo de solidaridad por impulsar convenios con ONGs que permiten transferir sus programas sin coste alguno a territorios desfavorecidos; ejemplo a nivel internacional por su educación emprendedora…; ejemplo, en definitiva, de superación en cada reto que se plantee.
Y han pasado 30 años, pero los complejos orígenes hacen imposible su olvido. La gerente de la actual Ciudad Tecnológica de Valnalón, Marta Pérez, recuerda en primera persona como fueron esos inicios de Valnalón, el esfuerzo que hubo que hacer para recuperar los espacios obsoletos de la antigua fábrica de Duro Felguera, para lo cual se fijaron en la tendencia de Inglaterra que entonces se empezaba a reproducir en otras zonas industriales de España. Sin embargo, rehabilitar una serie de edificios que entonces se decidió preservar «como testimonio de lo que fue la fábrica» y adecuarlos a los nuevos usos que se pretendían fue una tarea difícil que Marta Pérez le reconoce en buena medida al alcalde de entonces, Aladino Fernández. Así, en 1987 se creó la Ciudad Industrial del Valle del Nalón como una empresa pública dependiente de la Consejería de Empleo, Industria y Turismo cuyo principal objetivo era diseñar y llevar a cabo un plan de regeneración, promoción y dinamización empresarial para la comarca.
Desde entonces, un hito de Valnalón es «que fuimos ganando confianza con el trabajo bien hecho y la constancia», señala la gerente, para quien ha sido toda una satisfacción en los 29 años que lleva trabajando ahí «ver cómo ha ido cambiando la imagen y cómo se han ido transformando los espacios en entornos emprendedores» en los que, según sus propias palabras, el emprendimiento genera «un latido constante». Éste se da «no sólo en el ámbito económico, sino también en el social», pone de relieve Marta Pérez, para quien es satisfactorio «que se nos tenga en cuenta para participar de la vida social» de la comarca y de la región.
Fomentan una actitud emprendedora
Sin embargo, la labor principal de las 23 personas que ahora conforman esta empresa pública es fomentar una actitud emprendedora, estimular a quienes tienen un proyecto empresarial y ayudarlos, acompañarlos y asesorarlo en todo el proceso desde que surge la idea. Para esto se creó en 1992 el Semillero de Proyectos, en el que ahora cuatro trabajadores atienden a todas las personas que quieren analizar la viabilidad de su idea empresarial. Para ello han desarrollado una metodología propia basada en el desarrollo de competencias emprendedoras y análisis del modelo de negocio. Esta metodología resulta atractiva para emprendedores de toda la región, ya que un 60% de las personas que acuden son de fuera de la comarca del Nalón. Pero este cuarto de siglo ha dejado otros datos significativos que dan cuenta de la importancia del Semillero de Valnalón, en el que se ha asesorado a 4.675 personas que presentaron 2.164 proyectos. De ellos, llegaron a constituirse un tercio de los recibidos (en concreto 729) como empresas entre 1992 y 2016, generando autoempleo para 963 personas. En relación a esto, la gerente de la Ciudad Tecnológica aporta un dato más que considera «importante», y es que durante el pasado año «por cada euro invertido por la administración en el Semillero de Proyectos, el retorno para la sociedad ha sido de 20,73 euros» por lo que supone en pagos de impuestos varios el que haya una empresa más en marcha.
Pero lo que ofrece Valnalón a los emprendedores va más allá. Según explica Marta Pérez, el proceso de maduración y consolidación del proyecto es tan importante como darle forma a la idea, por lo que lejos de abandonar a quienes se han animado a dar el paso y convertirse en empresarios, lo que se les ofrece desde 1989 es la posibilidad de quedarse en el Centro de Empresas, en el que pueden disponer de una oficina e, incluso, de una nave si su negocio la requiere y «hasta que encuentren su sitio ideal» para continuar con su empresa.
Para calibrar la metodología utilizada, Valnalón tiene su propio test de supervivencia, una plataforma con la que echan la vista tres años atrás y chequean si las empresas que han pasado por el Semillero de Empresas continúan en funcionamiento. El último dato disponible, el de 2015, indicaba que un 69% de las empresas que surgieron al calor de este Centro seguían en funcionamiento, un dato que la gerente considera muy positivo si se tiene en cuenta que la media nacional está en torno al 45%. No obstante, cuando una empresa creada en Valnalón cesa su actividad por la razón que sea también supone un batacazo para el personal del Centro.
Educación emprendedora para descubrir futuros empresarios
Las píldoras de satisfacción llegan para el personal cuando aquellos niños y jóvenes que en un momento dado participaron en algún programa de educación emprendedora llega a Valnalón años después. La estimación que tienen es que entre un 30 y un 40% de esos potenciales emprendedores pasan por el Semillero de Proyectos años después «porque hicimos mella y no nos han olvidado», comenta Marta Pérez. La misma pone de relieve que esa incidencia se debe en buena medida a la Red Emprendedora, una red constituida por empresarios, instituciones y organismos «que retornan a la sociedad lo que han recibido en diferentes formatos». Así, muchas de las personas que en su día recibieron el apoyo y el acompañamiento de Valnalón se ofrecen ahora para impartir charlas y fomentar entre los estudiantes de primaria y secundaria los conocimientos, habilidades y actitudes que forman la base del espíritu emprendedor, porque la gerente tiene la máxima de que «si queremos, todos podemos llevar a cabo nuestra iniciativa».
Y desde luego, desde Valnalón no se escatima en esfuerzos para todo lo que se Educación Emprendedora, programa a través del cual han recibido formación o participado en algún proyecto más de 466.000 personas desde que se pusiera en marcha en 1994. Además, cabe destacar la referencia que supone en este ámbito a nivel internacional, puesto que en la decena de proyectos que se han extrapolado a otras zonas del resto de España, de Europa, América Latina, Asia o África participaron casi 24.000 personas sólo durante el 2015.
La gerente de Valnalón tiene claro que todos los logros y avances de estos 30 años han sido posibles «por la labor de equipo» de todo el personal del Centro, que en la actualidad lo integran 23 personas, un equipo que asegura que es «polifacético y multidisciplinar» que tiene que estar en constante renovación y formación para ofrecer el máximo a los emprendedores que llegan con ideas, proyectos e iniciativas, a los que orientan y asesoran «con responsabilidad» por todo lo que supone poner en marcha una empresa.
Pero para que la Ciudad Tecnológica de Valnalón siga avanzando es fundamental el apoyo de la administración regional, un apoyo que al cumplirse los 30 años de su creación (aunque inicialmente con el nombre de Ciudad Industrial de Valnalón) ha reafirmado el director de Innovación y Emprendimiento y presidente de Valnalón, Francisco Delgado, quien ha asegurado que «el Gobierno del Principado mantendrá su apuesta» por el Centro por la diversidad de servicios que ofrece relacionados con el emprendimiento. Es más, el mismo anuncia la voluntad de reforzar las acciones de formación en el sector TIC, donde entiende que habrá que hacer «un esfuerzo adicional para fomentar el interés de los alumnos desde edades tempranas» en tanto que «la transformación digital de la economía y sus efectos sobre el mercado de trabajo nos obligan a reorientar permanentemente las acciones de educación e innovación desde Valnalon».
De Ciudad Industrial a Ciudad Tecnológica
La evolución de Valnalón en sus 30 años de historia se ha dado también en su denominación, y si en sus orígenes allá por 1987 se concibió como Ciudad Industrial, el asentamiento en la misma de empresas vinculadas al sector TIC ha implicado un cambio de nombre, pasando a denominarse Ciudad Tecnológica de Valnalón, que supone una muestra más de que es un espacio que está en constante evolución, dispuesto a ir con los tiempos y adaptarse a las necesidades empresariales de cada momento. Lo que está claro es que el de La Felguera no es un polígono convencional y su ubicación estratégica en el casi centro de esta localidad langreana lo han convertido en un espacio multidisciplinar capaz de albergar, además de empresas de sectores varios, el Museo de la Siderurgia de Asturias; el Centro Integrado de F.P. de Mantenimiento y Servicios a la Producción; el Centro Nacional de Formación Profesional Ocupacional; la Escuela de Hostelería o el propio Centro de Empresas.
En la actualidad el entorno Valnalón alberga unas 80 empresas, instituciones u organismos que generan más de 1.400 empleos. No obstante, esta cifra podría fluctuar al alza a lo largo de este año cuando entre en funcionamiento un nuevo edificio que ha acondicionado el Principado y que, en principio, albergará empresas del sector de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), según ha avanzado la gerente, Marta Pérez.